Cómo motivar a un niño desmotivado: CircleCare puede ayudarnos
Dara Dara
Todo el mundo se siente un poco desmotivado de vez en cuando, pero ¿qué hacemos cuando es nuestro hijo quien está estancado? Puede ser difícil verlo luchando, o no interesado (aparentemente) en hacer sus tareas escolares. Podemos sentir que está fuera de nuestro control. No obstante, hay cosas que sí podemos hacer para motivar a un niño que está desmotivado.
Involucrarnos. Abramos las vías de comunicación con el profesorado de nuestro hijo y descubramos cómo podemos estar al tanto de qué tareas debe hacer y cuándo las debe entregar, para que podamos ayudarlo a terminar sus quehaceres escolares. Tal vez el personal docente pueda enviarnos por correo electrónico el programa de estudios o el niño pueda tener una agenda donde apuntar las tareas. O quizás el maestro o la maestra puedan unirse a nuestro círculo privado en la aplicación CircleCare. No olvidemos preguntarle al equipo docente sobre la actitud del niño en clase y qué tipo de interacción tiene con sus compañeros. Cerciorémonos de que la falta de motivación no se deba a ningún tipo de factor externo como podría ser el acoso escolar.
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Recompensar el esfuerzo. ¡Crea un círculo motivador para tu hijo e invita a otros familiares a unirse! Que sea un espacio donde el niño pueda informar al grupo de proyectos, grandes o pequeños. Luego, asegurémonos de que todos valoran su esfuerzo y lo felicitan por los hitos alcanzados. Que la familia y los amigos le envíen pegatinas divertidas, pulgares hacia arriba, medallas estimulantes y notas de felicitación. Un pequeño elogio puede ser de gran ayuda para mejorar su autoestima, y motivar al niño a alcanzar sus objetivos.
Permitir que comenta errores. No hay que estar continuamente encima del niño para evitar que cometa errores. ¡El fracaso puede ser la mejor de las enseñanzas! Tener que luchar un poquito puede aumentar su confianza, sobre todo si le mostramos lo fuerte que puede llegar a ser, y lo que es capaz de superar. Sin embargo, hay que observarlo con atención para evitar que se desanime demasiado frente a la derrota. Si sentimos que esto último está pasando y que se está desanimando en exceso, entonces invitemos a que los miembros del círculo cuenten sus casos particulares: situaciones en las que fallaron y qué pasos dieron para superar ese fracaso puntual. El niño verá que todo el mundo se equivoca y que la clave es no darse por vencido.
Analizar diferentes estilos de aprendizaje. Si el niño está teniendo problemas para hacer una tarea, veamos si hay otra forma de completarla. Existen cuatro tipos principales de estilos de aprendizaje, y cada persona aprende mejor a través de uno de ellos. Analicemos los diferentes estilos para ver dónde encaja nuestro hijo. ¡Quizás descubramos que cambiar el método de enseñanza puede marcar la diferencia en cuanto a la cooperación y motivación del niño! Si estamos indecisos, no olvidemos preguntarle al círculo. Puede ser que los otros miembros tengan ideas o sugerencias a las que nunca hubiéramos llegado por nuestra cuenta.
¡No nos olvidemos de ser un buen ejemplo para el niño! Tenemos que asegurarnos de comportarnos como queremos que el niño lo haga. Si nosotros mismos nos rendimos fácilmente, tenemos una actitud negativa o, por lo general, nos sentimos desmotivados, podríamos —incluso— ser el origen del problema. Si crees que esto es cierto, ¡crea tu propio círculo motivador! Y permite que tus familiares y amigos también te inspiren.
